Un armario de puertas lisas de
madera oscurecía y resultaba pesado en la habitación. Mi hermana Betsi,
aficionada como yo a la decoración, les ha dado un cambio espectacular. Primero
escogió un papel precioso con motivos florales y con el mismo color de fondo
del papel pintó las puertas; puso el papel en el centro y pinto las molduras de
blanco. ¿A que han quedado bonitos?
Y esto es otro ejemplo de lo que se puede hacer con cajas de vino. En esta ocasión, Betsi las ha pintado de blanco, ha empapelado el fondo con el mismo papel del armario y las ha colgado a modo de estante en la pared. Un detalle coqueto.
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