jueves, 26 de noviembre de 2015

Lámpara vestida

 Está lámpara la hice hace mucho tiempo y para otra casa. Ya era hora de actualizarla y que pasase a otra persona.
He pintado el pie con chalk paint dándole un toque desgastado y un acabado de cera.  A la pantalla, comprada en una cadena comercial, la he cosido unos madroños en verde claro.
A la destinataria la ha encantado.



Lámpara renovada


No es la primera vez que mi querido primo me llama para ofrecerme algún tesorillo. Esta lámpara de los 70 estaba en su nuevo piso y no le cuadraba en su estilo. Yo le vi las posibilidades y me gustaron las bolas de cristal decoradas.
Quité las esferas, forré los elementos que quería dejar y la instalación eléctrica y el resto lo pinté a spray en un gris mate precioso.Aquí veis el resultado.
Por cierto, ya está adjudicada


Lámpara de cerámica


Compré está cerámica cerca de Silos. Antiguamente se debían usar para guardar caracoles y ahora las esmaltan y se venden en colores.
Empecé por meter dentro una vela, pero era difícil de encender con la boca tan estrecha, así que, después de ver el efecto tan bonito que hacia, la transformé en una lámpara de lo más coqueta.


Un sol de espejo


Andaba buscando un espejo redondo con forma de sol y los que veía estaban lejos de mi presupuesto.
Así que...¿por qué no hacerlo?
Para ello necesitas: evidentemente un espejo redondo que puedes encargar en una cristalería, palos de helado que se venden en tiendas de manualidades y grandes superficies, pintura dorada, una madera o cartón fuerte del mismo tamaño que el espejo y pegamento


 Empezamos pintando los palos de helado. Yo he elegido dos tonos, uno oro viejo y otro dorado brillante, pero dejaos llevar y pintadlo en oro y plata o de colores.

 En la base de madera o cartón dibujas un circulo a unos dos centímetro del borde. Te servirá de guía para pegar los palos



Teneis que pegar los palos como se ve en la imagen, unos más hacia afuera que otros y alternando los huecos, de forma que haga efecto de rayos de sol





Una vez secos y antes de pegar el espejo se coloca en el cartón o madera el soporte para colgar.
Este es el resultado. Bonito eh?


Un cesto para la colada


Como ya viene siendo habitual, este cesto apareció junto a un contenedor. Así que, pensando en hacer un regalo para una amiga, me puse manos a la obra.
Lo primero, limpiar bien el cesto, a manguera y con un cepillo y jabón.Como veis al comparar la tapa con el cesto en sí, la diferencia ya es sustancial.


La misma trama del mimbre, separada en rayas, me inspira para teñir unas partes en color roble y pintar otras de blanco






Para terminar, unas conchas pegadas con silicona caliente, le dan un toque marinero y personalizan el cesto



En la foto inferior junto a él otro cesto con la palabra "Lavandería" a punto de cruz. Otro ejemplo de que la ropa sucia puede esperar a ser lavada en un recipiente coqueto.