lunes, 28 de julio de 2014

Sillas para el jardín


Empiezo a contagiar a mis allegados de mi espíritu "recuperador". Estas sillas me las trajo mi marido para que las diese una segunda oportunidad.
Como veis estaban rotas y con pintas de óxido.





 Primero cepille con un cepillo de metal toda la silla, incidiendo en los sitios donde había óxido. A continuacíón le dí imprimación para metales y un par de manos de pintura blanca.
El asiento era irrecuperable, así que lo sustituí por chapa marina que pinté de blanco.


Por último le pegué en las patas unas rodajas de corcho y le puse unos cojines vistosos comprados en una gran superficie. Con poco dinero me he hecho con una sillas estupendas para el jardín.



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