lunes, 7 de octubre de 2013

Álbum de fotos

  

En esta era tecnológica que vivimos se tiende a guardar miles de fotos en formato digital. Yo soy de las que les gusta ver un álbum como los de antes. Aquellos en los que se escribe a mano el lugar de la instantánea o la anécdota de esa excursión a la montaña, se pegan entradas de aquel concierto o la flor, que ya seca, te dio el más guapo de la cuadrilla.

Este es un regalo para mi sobrina Irati. 




Necesitas dos planchas de madera finitas, papel de seda, cartulinas, pegamento y una perforadora.
Hago los agujeros a las maderas que harán de tapas marcando con la perforadora que luego usaré para hacer los agujeros a las cartulinas.
Corto las cartulinas un poco más pequeñas que la madera y los papeles de seda un poco más grande para hacerle un doblez que ira pegado a cada cartulina.Una vez seca las perforo con cuidado una por una para que el papel de seda no se arrugue.




La madera la pinto con imprimación blanca y la lijo una vez seca. Con la técnica del decoupage  pego unas servilletas con decoración marina, que luego barnizo.




Monto el álbum y lo adorno con unas cuerdas para cerrar la tapa. El resultado es un álbum personalizado en el que Irati podrá poner lo que quiera. Como concesión a la tecnología he pegado una funda para que guarde un CD con las fotos. Espero que le guste.



¡Oh, Cielos!




Hacia la luz

Como pájaros


Sueños azules de Marina

Un baúl oriental




Este viejo baúl  había visto mejores tiempos. Quizás guardó las cartas de un amor ausente o los recuerdos de un viaje inolvidable. Puede que escondiera las risas contenidas de un niño jugando al escondite o las cálidas mantas de las tardes de invierno.

Recuperado de la calle por mi hermana Koke y quizás contagiada de mi influencia, decidió darle una nueva vida.




Primero se limpió y desmontó. Una mano de lija y una de imprimación en la parte inferior. A continuación dos manos de pintura rojo chino.
Los herrajes se limpiaron a fondo y se pintaron con pintura negra especial para metales.




La parte superior se forró con papel artesano con caracteres orientales y la madera se lijó dándola una acabado a la cera.



El resultado es una baúl con aire oriental precioso. Lo que mi hermana atesorará en su interior es otra historia.

Tradición



                                                                 
                                                                 Refugio de golondrinas


                                                                Refugio de nostálgicos