En días de frío lo que más apetece es
quedarse en casa, pero aunque lo que te pida el cuerpo es arrebujarse en el
sofá, yo prefiero aprovechar para hacer detalles que sirvan para un regalo
personal.
En fiestas navideñas siempre hay por ahí
cajas de vino o de jamón que acaban en la basura; te propongo recogerlas y
decorarlas para darles guardar esas cosas que te gustan.
Por ejemplo, estas las utilizo para
guardar utensilios de manualidades: pinturas, pinceles, lijas, etc. Una mano de
pintura y unas fotocopias de mariposas recortadas y pegadas o unas flores
impresas con un tampón han dado una nueva imagen a unas simples cajas.
En esta otra, la tapa la he pintado en
dos tonos con una esponja vieja y las letras dibujadas y recortadas de un papel
decorado. Un detalle adicional ha sido pegar una cinta de pasamanería en el
borde y ¡tachan! Ya tienes un joyero (en francés) para tus collares, pulseras y
anillos.
Esta jardinera era antes una caja de
jamón; primero le hice unos agujeros en el fondo para que no se encharcara el
agua de riego y la forré por dentro con plástico, unos dibujos en el exterior,
una mano de barniz y a plantar flores, aromáticas, o unos tomatitos cherry.
¡Échale imaginación! Puedes pintar varias
de diferentes colores, colgarlas de la pared y exponer los cochecitos de tu
hijo o sus cuentos favoritos.
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